
Esta semana volví de mis vacaciones al trabajo, no pudimos viajar por temas económicos pero tenemos la suerte de tener una casa familiar en un pueblito de Aragón, por tanto pasamos allí 20 días, tirados literalmente, un poco de sol, un poso de río, comer mucho y uno de mis hobbies preferidos, dormir.
Volvimos un par de días antes de volver al trabajo y fueron los dos peores días de las vacaciones, una apatía, unas ganas de no hacer nada, y un cabreo constante nos acompañaron esos dos días, y yo me pregunte, ¿porque nos ponemos de tan mala ostia cuando acaban la vacaciones?
Pues lo llaman síndrome post vacacional, se caracteriza por varias cosas, cambios de humor, fatiga constante, sueño a deshora. Y una parte mas mental, a mi en concreto, se me vuelve a poner la pelota de nervios en el estomago y eso que en mi trabajo estoy muy a gusto con las compañeras/os, pero es inevitable. De repente llega el domingo, y da un palo increíble pensar en poner el despertador para el día siguiente, con lo bien que estaba yo de vacaciones. Pero dejémonos de lamentos, hay que volver al trabajo y hay dos formas de hacerlo, enfadado o relajado, y ya que volvemos de vacaciones aprovechemos el relax que nos queda para echar de lado al estrés (que ya llegara).
Des de mi experiencia os propongo posibles soluciones para una vuelta al trabajo sin histeria post vacacional:
- Tomárselo con calma. No hay que hacerlo todo el primer día, toma un café largo, habla con los compañeros, y si tienes un jefe de esos controladores que quiere que lo hagas todo el primer día, haz ver que trabajas mientras estas en las nubes.
- La noche antes de empezar con el despertador ve a dormir pronto, yo llevaba 20 días durmiendo unas 10 horas al día, si de repente me acuesto tarde y duermo 5, no quiero ni pensar como va a ser el día.
- Quítate el reloj mientras estés en el trabajo, es un enemigo mortal, contra mas lo miras mas lento pasa el tiempo
- Ponte guapa/o, si eso siempre funciona, te levantas dormido medio abatido por el fin de las vacaciones, pues en esas circunstancias, golpe de efecto, estas morena/o ponte tu ropa favorita, unos zapatos cómodos y una sonrisa de oreja a oreja.
- Si aun así es imposible conservar la entereza y el buen humor al llegar al trabajo, solo tengo un consejo mas, cambia de trabajo, porque si no tienes ningún motivo para volver (compañeros/as, el trabajo en si, el horario, el lugar, el sueldo,…) entonces es que no tienes que volver.
Es importante que sepáis que a trabajar hay que volver siempre, aun que trabajes para ti, para la casa, los hijos, los sobrinos, los nietos, aun que tu trabajo sea estudiar o buscar trabajo. El cuerpo agradece las vacaciones pero necesita una rutina, para estar ordenado e ir al baño cuando toca (en vez de tanto activia y barritas insípidas de muesly, yo recomendaría una buena dieta y un buen horario, el cuerpo se regulariza) por tanto si hay que volver siempre…habrá que pensar dos veces a donde queremos volver. Los niños no tienen síndrome post vacacional en la mayoría de los casos ya que como mínimo hasta el instituto y salvo excepciones, les gusta ir al cole.