Un caso de mobbing laboral: Parte 3

Llega otro lunes, Erim entra a trabajar la primera a la oficina, se hace un café, y se lo toma, es el mejor momento del día des de las 8h (o las 7:30) hasta las 9:30h que la oficina esta en ebullición, ese momento es el único que puede aún disfrutar, a partir de las 9:30 empieza el estrés ya que a las 10h tiene todos los lunes reunión de coordinación con la jefa. Esta noche no ha dormido bien, le costo dormirse, tubo pesadillas y se levanto tan agotada como se acostó.

Son las 9:30h la jefa entra por la puerta y de repente a Erim le cuesta respirar, ¿asma quizás? ¿El aire acondicionado quizás haya traído un poco de polvo? Intenta no ponerse nerviosa, respira despacio por la barriga, la sensación de ahogo sigue pero no deja que el pánico la invada, control del cuerpo. Al entrar en el despacho de la jefa le cuesta respirar y tiene el corazón acelerado, pero sonríe falsamente y aguanta el rapapolvo que le toca ese lunes, repaso de lo que ha hecho mal y de lo que no ha hecho. La jefa se muestra cordial con lo que Erim aun tiene mas motivos para pensar que todo es fruto de su incompetencia. Se siente aun peor. Sale de allí con una lista larguísima de cosas que hacer en su libreta, se sienta en su mesa, mira la lista, intenta ordenarla, todo le suena absurdo, le cuesta respirar aun mas. Mira la lista de todo lo que hizo la semana pasada, mira los errores, de repente se siente inútil y tonta al incurrir en errores básicos en cosas que ella sabe hacer bien, tiene ganas de llorar, va al baño y llora…un poco de desahogo no le vendrá mal.

¿Porque se encuentra tan mal? Se pregunta a si misma, pensando que tiene problemas de asma por alergias infantiles Erim pasa la tarde en urgencias del hospital, donde tras una espera de dos horas (ha tenido suerte) le comunican que no tiene ningún problema asmático, su saturación de oxigeno en sangre es normal y su oscultación también. Le insinúan si tiene problemas de estrés, pero no sabe que contestar, se pone nerviosa y solo quiere irse a casa, o sea que sonríe coge los papeles del alta y se va a su casa a descansar.

 

Erim ha tenido un ataque de ansiedad, muy bien controlado y contenido por su parte pero que no quita malestar. Erim se ve sometida a una situación muy estresante. Hay varias estrategias de acoso laboral, y una de ellas es sobrecargar a la persona acosada de trabajo y decirle constantemente que lo hace todo mal, pero en este caso la acosadora utiliza técnicas disuasivas, no son broncas sino formas de explicar las cosas que dejan a Erim de todo menos tranquila, ya que la acosadora siempre intenta que se sienta culpable, con amabilidad y “buenas palabras”.

Un ataque de ansiedad seria el primer síntoma de que algo realmente malo nos esta pasando, es el punto que nos debe hacer reflexionar y al primer ataque de ansiedad deberíamos acudir a un psicólogo o psiquiatra, necesitamos ayuda. Por desgracia la mayoría no nos damos cuenta que de que esta pasando y seguimos perpetuando esta situación. Como veremos mas adelante.