Un caso de mobbing laboral: Final de la historia

Este es el final de una historia para poder leerla entera hay que empezar por el principio, y seguir por su parte II, parte III, gracias por leerla!  

Después de la experiencia del ataque de ansiedad, Erim esta aun mas asustada y aun mas estresada a la hora de ir a trabajar, no sabe que le esta pasando y no sabe que es lo que tiene que hacer, se encuentra realmente mal, casi no come, ni duerme y apenas habla con nadie. Hace ya una semana del ataque de ansiedad, ha seguido yendo a trabajar, sus paseos a llorar al baño son habituales, la presión en el pecho la ha acompañado todo el tiempo, pasa las tardes en casa sentada en el sofá viendo programas absurdos en la tele a los que ni siquiera presta atención. Sus amigos no saben que decirle, ella no los llama y ellos no la llaman, la peor parte se la lleva su pareja, intenta animarla para hacer cosas, pero ella no puede, solo quiere llorar, esta desesperada!

Lo peor es que no sabe que le esta pasando y nadie le da una solución, esta situación se perpetua durante meses, cada vez mas delgada y demacrada, no tiene ganas de hacer nada ni por las tardes ni el fin de semana, el solo hecho de ir a trabajar y aguantar la compostura la deja tan cansada que no puede hacer nada mas. Entonces un día que le da por llorar en su casa y gritar como una loca, se da cuenta de que no puede seguir así, de que no se reconoce a si misma, que tiene que hacer algo para salir de esta situación y recuperar-se a si misma, porque ahora se mira en el espejo y no se reconoce.

Busca en Internet, “depresión laboral” “ansiedad en el trabajo” y finalmente “acoso laboral” la definición de la Wikypedia le abre los ojos de par en par…”esto es lo que me esta pasando” y ve la luz. Pese a saber ahora cual es el origen no sabe aun como librar-se de su ansiedad, pero si sabe que es una victima y empieza a buscar la forma de salir de la situación. Lo primero que hace es visitarse en psiquiatría, la psiquiatra le recomienda que coja la baja laboral, ya que después de escucharla dictamina que el problema es el trabajo y hasta que no se distancie del problema no podrá salir de la situación. También le da medicación para la depresión y la ansiedad. Así que Erim le hace caso, completa el papeleo y se va a su casa, gracias a la medicación logra dormir, que alivio, al cavo de unas semanas se va sintiendo mejor, puede respirar siempre que no piense en el trabajo y este distraída, solo lo pasa mal si tiene que ir por algo al lugar de trabajo, pero consigue evitar-lo y empieza a buscar estrategias, una psicóloga que la ayude y empieza a hacer terapia.

En cuanto empieza a sentir-se mejor la invade una rabia muy grande por haber estado en esa situación, tiene ansias de que se haga justicia y empieza a informar-se de que necesitaría para denunciar dicha situación, empieza hablando con el superior de su jefa, armándose de valor, le explica toda la situación que el superior dice que contrastara con la jefa. Al regresar a hablar con él, el superior excusa a la jefa, Erim cree que se va a ahogar pero ahora no por ansiedad sino por ira! Se siente impotente, quiere que se haga justicia, va a preguntar al sindicato, pero la disuaden de denunciar, según le cuentan es muy difícil demostrar un caso de acoso laboral, necesita testigos y pruebas que no parecen nada fáciles de conseguir.

Su terapeuta le aconseja que deje esa ira y que deje de buscar justicia, que se centre en ella misma, en superar la situación, en volver a ser feliz. Para Erim tiene mucho sentido, de nada le va a servir empezar una guerra que le va a costar dinero, estrés, y que es probable que pierda, otros pensaran diferente, pero para ella es mas importante ser feliz.

Pasados dos meses de baja la despiden del trabajo, Erim se siente aliviada, uno se sus granes miedos era tener que volver allí, ahora ya sabe lo que tiene que hacer, buscar un nuevo trabajo y empezar de nuevo con todo lo aprendido.

 

Se que muchos estaréis pensando, que NO! Incluso puede que al leer los últimos párrafos penséis “como puede ser que no denuncie”, si creo que hay que denunciar, pero también creo que una persona en las circunstancias de Erim no tiene en el momento en que se encuentra, fuerzas para afrontar esa batalla. Y eso no debe avergonzar a nadie. De las situaciones que vivimos en la vida hay que aprender, si uno después de un caso de mobbing laboral, se esfuerza por aprender de la situación, no solo conseguirá salir de ella sino que también conseguirá tener herramientas para que no le vuelva a suceder. Y ese es des de mi punto de vista, la mejor perspectiva para ganar la batalla.